Capítulo 1, como nació el diario.

Hola amigos; les voy a contar una historia muy particular. Un día, en la biblioteca de un colegio X estaban tres amigos; el 'representante legal', el 'genio maligno' y el 'motivado'. Estaban descansando porque durante el día habían estado participando en reuniones para mejorar el plan humanista del colegio; como estaban en cuarto y ya estaban a comienzos de noviembre, empezaron a recordar cosas nostálgicas que les habían pasado en su estadía en el plan, y se acordaron de un profesor al que llamaban Zoltan, y que hablaba pura mierda. Se rieron mucho rato, y después se pusieron a hablar del profesor al que odiaron siempre; entonces en un momento al 'motivado' se le iluminó la mente, y le dijo a los otros dos la idea que hacía tiempo estaba manejando, pero que al fin había visto la luz: les propuso hacer un diario en el que hablaran de todas su anécdotas en el colegio, pero que a la vez criticara todas las cosas malas que había, y diera soluciones, o al menos despertara a los estudiantes para que cambiaran las cosas. Entonces los otros también se motivaron, y decidieron llevar a cabo la idea, pero en secreto. Más tarde hablaron con otros dos amigos, con el 'que aporta poco' y el 'Ajá, que hace los dibujos' (léase con un ritmo peculiar). Los dos amigos también se motivaron, y dieron algunas ideas más, y decidieron invitar más tarde al 'actor que la vende', que en esos días andaba de viaje. Pasaron los días y a los demás se les fue olvidando la idea, y quitando la motivación, por lo que el 'motivado' decidió actuar por su cuenta para transmitir la motivación; fue entonces que redactó la "Historia de Zoltan" y la "Editorial". Se las mostró a sus amigos y la motivación fue máxima; de inmediato se pusieron a trabajar, y a dar más ideas. El 'Ajá, que hace los dibujos' comenzó a hacer bosquejos de lo que serían las caricaturas del diario, y luego comenzaron a repartirse los temas. Hablarían de los problemas de Cine arte, de las Puertas a la Cultura, de los profesores, de los inspectores y el corte de pelo, y también contarían historias divertidas que les habían ocurrido, para enganchar a los lectores. También se les ocurrió hacer una publicidad misteriosa, creando un fotolog que promocionara el diario pero sin decir que era un diario, para crear espectación y conmoción. La idea era genial, y tenían toda la energía para hacerlo... pero faltaba algo: el nombre del diario.

¿Podrán nuestros héroes encontrar el nombre? ¿Podrán llevar a cabo su maléfico plan? Véalo en el próximo capítulo, en el mismo horario, por el mismo canal.